El hackeo de la DAO y Ethereum Classic
Más allá de la cuestión de la escalabilidad, las DApps conllevan esencialmente otros dos grandes riesgos. Al igual que otras redes, también pueden ser hackeadas. Además, dependen del consenso de los agentes que dirigen la red. Este problema quedó patente en lo que se conoció como "el ataque a la DAO".
La DAO (abreviatura de "organización autónoma descentralizada") era una DApp que se lanzó en la blockchain de Ethereum en 2016 y funcionaba como un fondo dirigido por inversores, aunque descentralizado. Todas las reglas y acciones del fondo se codificaron en sus contratos inteligentes. Tras su ICO inicial en 2016, la DAO consiguió recaudar 168 millones de dólares estadounidenses en Ether.
Desafortunadamente, sus contratos inteligentes fueron presa de un ataque después de que los hackers descubrieran una debilidad crucial en su código. Dicha debilidad permitió a los hackers robar 50 millones de dólares estadounidenses (3,6 millones de Ether) del fondo durante ese año. Como recordarás, una vez que los contratos inteligentes entran en funcionamiento, es casi imposible modificarlos de ningún modo; por eso este error era tan grave.
Dado que la DAO poseía el 15 % de todo el Ether en aquel momento, a los desarrolladores de Ethereum les preocupaba cómo afectaría este acontecimiento a la red de Ethereum. Sin embargo, la comunidad en que se basaba Ethereum no logró ponerse de acuerdo en una solución. Por este motivo, la fundación Ethereum, que incluye a algunos de los desarrolladores más conocidos de la red, decidió realizar un hard fork de Ethereum.
Por un lado, el hard fork invalidó los efectos que el hackeo había tenido sobre la blockchain. Por otro lado, esta divergencia con respecto a la blockchain original de Ethereum provocó una división interna en la comunidad de Ethereum. El segundo grupo de la comunidad de Ethereum rechazó el hard fork basándose en el principio de que una blockchain es inmutable y no puede cambiarse. Así es como la criptomoneda original Ethereum se convirtió en Ethereum Classic.
El futuro de las DApps
Lo más probable es que los próximos 100 millones de usuarios de criptomonedas entren en este ámbito no lo hagan porque les gusten las criptodivisas, sino porque quieran utilizar una red social, un navegador o un juego basado en blockchain del que hayan oído hablar, y resulta que esa aplicación requiere criptomonedas.
En resumen, las DApps todavía están dando sus primeros pasos, pero es probable que no sean la siguiente etapa evolutiva lógica de nuestras actuales aplicaciones y servicios online, ya que, más bien, redefinen cómo se utilizan nuestros datos y cómo podemos ganar e intercambiar dinero online.